Cuando empecé mi proyecto de crear mi propio sitio web, pronto me di cuenta de que no sería tan simple como alquilar un hosting y lanzar una página. Mi enfoque era diferente; quería asegurarme de que mi sitio estuviera alojado de manera segura y controlada en mi propio servidor.
El primer paso fue crear una nueva máquina específicamente diseñada para alojar mi sitio web. Esta máquina estaría conectada a una red separada dentro de mi red personal, con el firewall configurado para enrutar el tráfico de esta máquina hacia Internet. Este enfoque garantizaba que mi sitio web estuviera completamente aislado de mi red personal, mejorando significativamente la seguridad.
Una vez que tenía esta infraestructura básica en su lugar, adquirí el dominio deseado para mi sitio web y comencé la configuración de certificados SSL y la configuración de los direccionamientos DNS. La creación de una conexión segura era una prioridad, y me aseguré de que todos los aspectos relacionados con la seguridad estuvieran en su lugar antes de proceder.
Con la conexión segura establecida y mi sitio web separado de mi red personal, llegó el momento de diseñar la interfaz. Elegí WordPress como plataforma de desarrollo, aprovechando su versatilidad y facilidad de uso. Además, incorporé tecnologías de inteligencia artificial para generar imágenes y optimizar los textos, mejorando así la apariencia y el rendimiento general del sitio.
En resumen, lo que comenzó como un proyecto simple de crear un sitio web se convirtió en una aventura de innovación y seguridad. Desde la configuración inicial del servidor hasta el diseño y la optimización del sitio web, cada paso fue cuidadosamente planeado y ejecutado para garantizar un resultado final que reflejara mis estándares de calidad y seguridad.
