En la era digital en la que vivimos, el concepto de una casa inteligente ha dejado de ser una mera fantasía para convertirse en una realidad tangible. Para algunos, esto puede significar simplemente automatizar ciertas tareas domésticas, como encender las luces con un comando de voz o ajustar la temperatura ambiente desde un teléfono inteligente. Sin embargo, para otros, como yo, la visión de una casa inteligente va más allá de simples comodidades; se trata de crear un ecosistema conectado donde cada dispositivo, cada sensor y cada sistema de seguridad estén integrados de manera coherente y eficiente.
Cuando inicié mi proyecto de convertir mi casa en un hogar verdaderamente inteligente, mi objetivo era eliminar la necesidad de intervención manual tanto como fuera posible. Desde la regulación de la temperatura hasta la seguridad de la red, cada aspecto de mi hogar estaba destinado a ser controlado y monitoreado de manera inteligente.
Comencé mi aventura utilizando varias plataformas y tecnologías. Inicialmente, implementé un sistema básico utilizando Proxmox y Home Assistant, junto con una máquina virtual para funciones de DHCP y DNS. Sin embargo, pronto me di cuenta de que la seguridad y el control de mi red seguían siendo vulnerables a pesar de estos esfuerzos iniciales.
Decidí elevar el nivel de seguridad y rendimiento de mi red mediante la implementación de un servidor prototipo con dos placas enfrentadas, lo que me permitió configurar dos nodos en Proxmox para obtener una mayor potencia de procesamiento. Aquí es donde descubrí la efectividad de pfSense como firewall, proporcionándome un control más sólido sobre el tráfico de mi red.
Continué integrando dispositivos inteligentes en mi hogar, aprovechando tecnologías como Wi-Fi, Zigbee y, más recientemente, Matter. Home Assistant se convirtió en mi herramienta principal para controlar estos dispositivos de manera eficiente y conveniente.
En cuanto al aspecto de seguridad de mi red, adopté un enfoque diferente al tradicional al mantener un servidor DNS recursivo tanto en Pi-hole como en el firewall. Esta configuración me brinda un mayor control sobre el tráfico de mi red y me permite filtrar contenido no deseado de manera más efectiva.
Finalmente, para garantizar la seguridad y accesibilidad de mis datos en cualquier lugar, implementé un NAS virtualizado utilizando Xpenology. Aunque su instalación puede ser un poco complicada, los servicios que ofrece valen la pena, especialmente cuando se combina con una solución de VPN confiable como Tailscale, que me permite acceder a mi red de forma segura desde cualquier lugar.
En resumen, mi viaje hacia la creación de una casa inteligente conectada ha sido una experiencia de aprendizaje continuo. Desde la selección de tecnologías adecuadas hasta la configuración de sistemas complejos, cada paso ha contribuido a hacer de mi hogar un lugar más seguro, eficiente y conveniente para vivir y trabajar en la era digital
